Cuando queremos ofrecer una cena especial buscamos que todo sea perfecto, y la combinación del vino, tanto con los platos como con el postre, lo que se denomina en la gastronomía maridaje, debe ser ideal. En este artículo les comentamos como elegir los mejores vinos blancos para acompañar postres.
La llegada del postre es el broche de oro de la comida, por lo tanto se espera que sea el mejor momento de la velada. Elegir el vino adecuado no es tarea sencilla, sin embargo el recurrir a los mejores vinos blancos es una muy buena opción para garantizar una buena combinación.
Hay algunos factores a tener en cuenta al momento de maridar, pues aunque hayamos elegido uno de los mejores vinos blancos, si pasamos por alto algunas reglas, el sabor tanto del vino como del postre, pueden verse opacados.
Uno de los elementos a tener en cuenta es la acidez, tanto del vino como la del postre; una buena combinación entre ambos dará un muy buen resultado. Además debemos tener en cuenta los sabores a combinar, el vino y el postre deben estar en la misma categoría de sabores. Si sabemos que el ácido opaca lo dulce, no podemos elegir un vino ácido, como un Sauvignon Blanc, para acompañar un postre.
Los vinos dulces son perfectos para acompañar postres, pero recordemos que siempre el vino debe ser más dulce que el postre, por ejemplo, podemos elegir vinos de la sepa Moscatel de Alejandría, con la cual se producen algunos de los mejores vinos blancos dulces, o la sepa Moscatel Morisco, con la cual se producen vinos muy perfumados, ambas son excelentes para maridar con postres.
Sin embargo, no solo los vinos dulces acompañan bien a los postres. Uno de los mejores vinos blancos y de los que mejor acompañan a los postres es el champagne, un vino espumante por lo general seco; el maridaje es perfecto para acompañar helados cremosos, sorbetes, tartas de frutas, pastelería, cremas y flanes.
Finalmente, la sepa de vino blanco por excelencia es la Chardonnay, originaria de Francia; con ella se elaboran los mejores vinos blancos del mundo. Este vino marida perfectamente con postres a base de frutas, cremosos o a base de mantequilla.