La recuperación de la variedad de uva Bobal, originaria de la Comunidad Valenciana, fue el principal objetivo de la bodega Mustiguillo hace unos trece años, cuando Toni Sarrión se propuso hacer de este negocio familiar un referente para enólogos y sumilleres a nivel nacional e internacional.
La bodega Mustiguillo surgió de la idea de retomar el antiguo oficio artesanal del cultivo de la uva que los antepasados de Toni Sarrión habían llevado a cabo con los viñedos de la zona.
La Bobal, materia prima de este proyecto, fue cultivada cuidadosamente a la vez que trabajada con nuevas tecnologias que permitían respetar la maduración natural del producto, una de las claves para lograr la presencia perdurable de las sustancias astringentes de la uva, una vez saboreado el vino; su conservación en barrica es fundamental para añadir fuerza al tinto. La presencia afrutada de las hierbas aromáticas de la zona predomina en el olor intenso.
El proyecto se asentó en una finca de casi 90 hectáreas en 1999, con un ecosistema que conjugaba un suelo abundante en arcilla, un clima mediterráneo extremo y árido y una altura de más de 800 metros respecto al nivel del mar; resultado de todos estos factores fue el vino Finca Terrerazo 2010, uno de los ganadores del concurso madrileño “La Nariz de Oro” en la modalidad de tinto español de crianza. A partir de esta fecha, la bodega consiguió el reconocimiento de Vino de Pago, el primero de la Comunidad Valenciana.
Desde septiembre de ese año, el Terrerazo ostentó la Denominación de Origen Protegida. Una vez embotellado, es manifiesta su mejoría y se garantiza una extraordinaria conservación durante una década.
El tinto Finca Terrerazo 2010 es el producto de la climatología y del entorno, con un suelo arenoso capaz de absorber las escasas lluvias del clima mediterráneo y hacer frente a la aridez del clima extremo que proporciona la lejanía del mar. Su sabor suave es la conjunción de estos factores y un elaborado trabajo artesanal capaz de convertir un vino de mesa en uno de los caldos más finos gracias a la Bobal, que con su sabor suave, fresco y persistente en el paladar ha sido catapultada al prestigio por medio de varias nominaciones y premios, entre los que destacan la nominación a “La bodega revelación del año” en 2010 por la prensa alemana, y las continuas menciones a la calidad de sus vinos por medio de las altas puntuaciones otorgadas, entre otras, por la Guía Proensa, web dedicada a la enología.
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