Hablar de Glenfarclas, cuyas raíces etimológicas evocan el “valle de los verdes pastos”, es aludir a una de las contadas destilerías escocesas que mantienen la independencia y el carácter familiar de sus orígenes.
Su andadura histórica podemos enraizarla en 1836, cuando sus promotores obtuvieron licencia para destilar whisky en el condado de Ballindalloch, pero hubo de esperarse hasta 1865, año en el que John Grant se hizo con los derechos de la destilería, para que ésta comenzase a desplegar su capacidad expansiva. En nuestros días representa una de las destilerías más valoradas por los escoceses y los adeptos al single malt más allá de las fronteras de Escocia.
Su destilación es ajena a los procesos industriales convencionales, demandando una gran dedicación y un milimétrico seguimiento de su evolución. Su inigualable bouquet de single malt debe su razón de ser al uso de los mejores ingredientes, tratados con un rigor artesanal que hace posible una calidad homogénea entre lotes.
Glenfarclas 10 años se nos ofrece como un excelente whisky a un precio excepcional de 37 euros por botella de 70 cl.; su paso por barrica se extiende lo suficiente en el tiempo como para impregnarse de la personalidad de la destilería que lo elabora. Su carácter y nobleza inundan el paladar con matices de turba, aromas ahumados y su tono ajerezado. Su suavidad se combina con la profundidad propia de los single malt antiguos. Sin duda, se trata de un clásico single malt de las tierras altas, con una graduación alcohólica de 43º, que además sirve como excelente aperitivo.
Su degustación preferiblemente ha de ser en copa tulipa, solo o con unas gotas de agua mineral. En ella se aprecia a la vista un vibrante color rubí de paja de oro. En nariz es amplio, dejando percibir la tonalidad dulce del sherry, combinada con un delicado ahumado, fruto de la liberación de las especias sutiles. En boca se aprecia seco y apetitoso, aflorando postreramente infinidad de sabores y aromas con peculiares notas a frutos secos y canela, y su final es largo, suave y especiado.
En marzo de 2006 Glenfarclas fue nombrada Destilería del Año por la revista Whisky, apelando para tal la concesión de tal galardón a ser consistentemente bueno y mantenerse fiel a sus valores fundamentales.
Single Highland Whisky Glenfarclas malt continúa manteniendo una elevadísima talla en las degustaciones que se llevan a cabo en competiciones nacionales e internacionales.