Sin duda se trata de un tema controvertido, el maridaje (por así llamarlo) entre estos dos artes, la enología y la música. El tema da para interpretaciones muy variadas, es un tema muy subjetivo y cada cual puede aportar un punto de vista diferenciador. Cada vino tiene además su momento, no es lo mismo acabado de embotellar que una vez ha pasado ya una crianza en botella. A la hora de interpretarlo, el vino también va evolucionando, presentando unas características cuando lo viertes en la copa y cambiando matices y ritmos una vez. Acompasar los ritmos musicales a la evolución del vino en la copa es uno de los objetivos en esos maridajes musicales que de tanto en tanto aparecen en los medios de comunicación. Hemos visto varios ejemplos de ello, os enumero algunos:
- En Madrid se organizan anualmente catas de vino y música en los teatros del Canal, se trata de un evento que se realiza a principios del mes de Febrero.
- En Valencia no se quedaron atrás y también se han organizado eventos combinando música y vino, en particular se ha organizado una “enocata musical”. Combinando música de Vivaldi, Bach y Beethoven con vinos de diferentes zonas geográficas.
- También merece la pena señalar Girasomnis, se trata de un proyecto multidisciplinario que trata de acercar y englobar la danza y la música y otras artes dentro del mundo del vino y la ensoñación.
Nosotros queremos poner nuestro grano de arena, establecer paralelismos y semejanzas y ofreceros maridajes que resulten apropiados, por ejemplo…
Para un Vals: La Armonía, la alegría y el buen ritmo de un vals lo podemos encontrar también en vinos que combinan la elegancia que aporta la madera y la frescura de la juventud de la fruta, ese punto de equilibrio lo encontramos en vinos que no llegan al año en madera. Os sugiero Botania nº2, un monastrell de buen recorrido, sabroso y armonioso.
Para el rock and roll: Fiereza y contundencia, intensidad y sabor, os recomiendo una variedad que puede dar mucho de si, la Cabernet Sauvignon, en concreto me bien a la cabeza un monovarietal , el de bodegas Arráez, se llama Lagares y es rotundo y expresivo.
Música Disco: Dinamismo, movimiento, ritmo y alegría. Eso es lo que tiene un buen cava joven, vivacidad y juventud a raudales y si es un cava espectacular como este, mejor.
Una buena balada puede resultar untuosa pero con corazón, que mejor que un rosado con alma para acompañar, si es un poco dulce mejor. Os aconsejamos el rosado de la cooperativa de Alpera, elaborado con syrah, pero de poca graduación, sabor intenso y agradable final.
La música de ambiente o música de ascensor: Esto nos pide tranquilidad, relax, nada de estridencias, vayamos con algún Rioja de corte clásico, un buen tiempo de madera y armonía y equilibrio en su interior.
Música Latina: Los bailes latinos son cálidos, algunos tórridos, insinuantes y dulzones, es el momento de abrir un buen vino de postre, armonioso y goloso, con vida y alegría.
Tango: El tango está lleno de sentimiento, a veces desgarrador, siempre intenso y siempre apasionado y con carácter. Es la viva definición de un vino de Toro, rotundo y con alma.
Pop: El Pop es dinámico pero a veces predecible, tiene ritmo, tiene melodía, un poco de todo pero sin excesos, con juventud y con alegría, lo maridaremos con una buena garnacha, también vivaz y sabrosa, a la vez que divertida y juvenil.
Música Clásica, llena de armonía, compuesta con mucho estudio, paciencia y buen hacer, es la música del tiempo, acudimos a un maridaje que hasta en el nombre parece lógico, vamos a por un gran clásico.
Dicho esto, tú vas a tener tus gustos musicales y tus gustos enológicos, compón tú el que consideres sea tu maridaje musical perfecto.