El vino Camí Pesseroles 2007 es una de las joyas que nos ofrece la bodega de Mas Martinet. Su dueño, José Luis Pérez, fue uno de los primeros viticultores de la zona, y en la actualidad ha delegado en su hija Sarah la administración de las principales operaciones. Fruto de su trabajo, recibimos ahora el Camí Pesseroles 2007 como una de las apuestas más exitosas de la bodega, capaz de satisfacer a los paladares más exigentes. Las viñas de las que procede son Garnachas y Cariñena, y en ambos casos se trata de variedades centenarias, que han arraigado con fuerza en el valle de Pesseroles, que se encuentra ubicado entre Gratallops y Porrera.
Se trata de un vino tinto de agricultura biológica, que cuenta con la Denominación de Origen del Priorat catalán, y que tiene con un catorce por ciento de volumen de alcohol. Las parcelas fueron vendimiadas a mediados de septiembre del año 2007, y el vino ha recibido una crianza de dieciocho meses en barricas de roble francés nuevo, y en roble francés de primer, segundo y tercer año. En el primer caso, se trata del veinte por ciento de las barricas, y en el segundo, del ochenta por ciento restante. El terreno sobre el que se asienta la viña es sumamente esponjoso, al tratarse de una zona muy arcillosa, que se une al sustrato de pizarra molida sobre el que está ubicada la plantación. La fermentación del Camí Pesseroles 2007 se ha realizado en sus propias levaduras, en dos modalidades diferentes: por un lado, en barricas abiertas, por otro en tinos de madera o cemento, en un plazo que abarca entre 26 y 35 días, realizándose bazuqueos cada dos o tres días.
En total, la producción del Camí Pesseroles 2007 es de 2500 botellas, que han sido merecedoras de una puntuación de 95 sobre 100 por parte de Robert Parker, y de 92 sobre 100 según la Guía Peñín. Se trata de un caldo de profundo color cereza y borde granate, con lágrima densa, en el que la mezcla de Garnacha y Cariñena se ha realizado en un 60 y 40 por ciento, respectivamente. En nariz, se aprecia mucha mineralidad, con un aroma tostado y potente, con toques de frutos negros y mermelada de arándanos. En boca, ofrece un interesante toque ahumado, regaliz negro y una acidez perfectamente integrada.
La temperatura ideal para servirlo oscila entre los 12 y los 16 grados, y el maridaje recomendado es la carne de caza de pluma, quesos muy curados, legumbres y guisos de cuchara.
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